martes, 10 de marzo de 2009

LA GLOBALIZACIÓN

Sistema de orden mundial que pretende anular las barreras fronterizas para así poder comercializar e intercambiar con distintos lugares del orbe, con la clara idea de crear una especie de aldea global en donde exista una sola premisa: la libertad.

Claro que este sistema impuesto conlleva efectos que no se comunican ni menos se asumen, para mejorarlos. Este sistema fue creado por los que tienen el poder económico y a su vez el poder político (en que curiosamente coinciden bastantes apellidos); por tanto las condiciones de este sistema impuesto, las reglas de este juego en que nosotros siempre perdemos, al igual que la historia completa de la humanidad favorece a quienes poseen el capital y por ende el poder.

Este poder global debe subdividirse para dominar hasta el último rincón de este planeta, por lo que a las divisiones naturales del mundo se les denominan continentes y a su vez en países, regiones, etc. con tal de administrar de mejor manera la empresa de la globalización, por esto los gerentes de las subdivisiones geográficas (los gerentes políticos) son los administradores (de servicio público, por cierto) de este sistema de orden global.



Desde el principio de los tiempos (del hombre), el que detenta el poder siempre ha querido beneficiarse de su situación, sin importar las consecuencias de sus actos, ya que al ser prácticamente “los dueños del mundo”, se ven con el derecho de hacer y deshacer lo que se les plazca con él. Gracias a la dominación que ha hecho efecto en las mentes de los oprimidos, las ganancias (económicamente hablando) son incontables, mientras las pérdidas para los oprimidos del poderoso (socialmente hablando) van en alza constante; debido a la enajenación de los pilares del desenvolvimiento íntegro del ser humano, el poder sigue en los mismos al igual que las fuerzas económicas que controlan este planeta.

Son los seres humanos que no tienen el poder los que producen los medios por los cuales toda la humanidad vive, pero además son los que obedecen toda orden del dominador creando dos mundos en los que se que se desenvuelven éstas dos facciones de la humanidad.

El mundo del dominador es un mundo sin necesidades, sin falencias donde todo está pensado por y para el dominador; sus “derechos materiales” parecen más una obligación social que se debe cumplir para que exista un “equilibrio” (Este equilibrio es la justificación opresora que los diferencia económicamente hablando, (rico-pobre) deben existir para el bien y el orden natural de la humanidad y por consecuencia se abre la opción para que el dominado salga de su mundo para se integre a la facción dominante). Esta concepción de mundo se proyecta como el ideal de felicidad terrenal como el sueño de todo humano que se puede alcanzar con premisas que solo debilitan a la facción dominada y la hace enfrentar entre ellos mismo (Por ejemplo, el no tener las necesidades básicas cubiertas hace que exista presión en los sustentos de cada hogar, esto provoca estrés, depresión frustración, esto impide que exista una armonía personal y familiar que hace que se creen rencillas y peleas en la familia provocando maltrato, alcoholismo, drogadicción; entonces al existir estos males sociales, se crean círculos viciosos como la delincuencia, cesantía, odio al resto que se traduce en racismo, envidia- resentimiento, para terminar en muerte y muerte hasta el fin de los hombres que resisten).
El mundo de los oprimidos no se puede siquiera considerar un mundo, sino un hábitat que el opresor crea para esta facción (que constituye más del 80 % de la población global).


Este hábitat carece de elementos que aseguren el cumplimiento de las necesidades básicas, esto se debe a que el opresor además de condicionar su existencia – ya que el “mundo del oprimido” es el desecho del opresor, y las necesidades del oprimido son el mejor negocio del dominador, que al comercializar estos, los pilares básicos del desenvolvimiento íntegro del ser humano, ahora llamados “bienes” que al comercializarse a través del opresor, éste obtiene el título de capitalista, que es el nombre que se le otorga a un opresor económico, que lucra y ve la ganancia en todo lo que puede, teniendo un solo fin, la acumulación interminable de capital, sin importar el costo que implique (medio ambiente, explotación humana, distribución de riqueza ). –

Entonces, “los derechos materiales que todo ser humano posee están determinados por el capitalista, que a su vez enajena estos derechos y los convierte en mercancía que se adquiere en una determinada suma de dinero, negando la posibilidad a quien no lo posee.

Es cuando no existe el poder adquisitivo en las personas, sale en escena la otra forma de dominación humana, la opresión social que es la administración política de los intereses económicos del capitalista, creando “leyes” que son los parámetros para el comportamiento humano hechas por el poder dominante para la población dominada, creando todo un aparato de normas que tan solo preservan y fomentan la existencia del capitalista, pero que también tiene que justificar su existencia con un concepto llamado “bien común”, que es el supuesto fin último del aparato normativo llamado Estado -que ve en el bien (los antiguos derechos materiales del hombre, hoy mercancías del capitalista- una razón de “ser” común ya que al tener negocios (gracias al Estado), que son comercializar a costos bajos los bienes (que además son financiados por el mismo pueblo a través de los impuestos y por sus tierras que fueron expropiadas al pueblo para ser entregadas al capitalista para que la explote, lucre, acumule capital y venda los bienes a los dueños verdaderos) lo que crea el círculo vicioso y pone feliz al dominador por sus bolsillos llenos de dinero y a l oprimido debido al módico costo de sus bienes (derechos)- , subdividido en redes de asociación ilícitas legitimadas por el poder político que ampara la dominación socio-económica de una facción sobre otra.

La justificación para el opresor del aparato estatal es la preservación eterna de su dominación global; la justificación para el oprimido es que el estado es el que llevará al cumplimiento de las necesidades básicas del ser humano, a lo que llamamos bien común, creando alternativas para quien no puede optar por las alternativas que ofrece el capitalista como por ejemplo una vivienda en la que se puede vivir dignamente, una salud que realmente te sane y no te mate en la espera, una educación de calidad que te permita forjarte en el campo que eres bueno y te satisfaga, no en el que el opresor te ordene, y en general una vida en la que se pueda disfrutar de ésta, no sufrir por la propia existencia y por la insatisfacción de estas necesidades.

Las necesidades que son cubiertas por el Estado (gratuitas o de bajo costo), o sea la felicidad alternativa son los negocios de capitalistas que ofrecen al estado servicios de mala calidad para nosotros, los oprimidos; éstos bienes comunes de iniciativa estatal de muy bajo presupuesto (en consideración a la población que alberga o “beneficia”) se denomina asistencialismo, sin embargo deja conforme a la población debido a su gratuidad o su bajo costo en comparación a la alternativa capitalista.

En consecuencia el papel del estado en un sistema capitalista es meramente cuidar los intereses de la facción dominante y hacer creer que su existencia es vital para los oprimidos ya que sus necesidades serán cubiertas por el estado. En teoría, la única motivación de estos personajes de estar en el poder es su vocación de servicio público, el bienestar de la población, etc.; pero es realmente cierto que ellos -“seres humanos” con vocación de lucro, o seas de servicio quieran desempeñar ese cargo para no obtener beneficio de su posición? ¿Cuál es el costo que debemos pagar por su codicia?.

El mundo está dividido políticamente en países en donde cada uno tiene normativas distintas, pero económicamente el mundo pertenece únicamente al capitalista que lucra con todo lo que existe para acumular tanto como pueda, colocando en el poder a quien pueda gerenciar de mejor manera los intereses de esta facción y quien esclavice mentalmente a los habitante de cada país.

El problema se esconde tras la careta que la humanidad estará bien bajo este sistema político-económico disfrazado por la casi totalidad de los medios de comunicación que son negocio de coerción indirecta creados por los mismos dueños del mundo para nublar las mentes de los oprimidos y justificar el sistema imperante; pero la realidad es otra. Ante las millonarias ganancias de las transnacionales se contrapone el trabajo precario de millones de personas, la pobreza de más de la mitad de la humanidad, el hambre que mata violentamente a través de la destrucción del medio ambiente tan solo para seguir acrecentando las arcas privadas, millones de seres humanos mueren por el daño que causa la devastación de este sistema en el planeta, en nuestro planeta que ellos se adueñaron, millones de hectáreas de este planeta se destruyen, al igual que la biodiversidad que pagan el precio de la codicia de los “dueños” de este planeta.

Mientras tanto millones de personas, se conforman con su realidad, se dejan estar y quedan mentalmente a la deriva, excluidos de la realidad, como esclavos mentales de la globalización mono pensante, aceptando el orden natural de las cosas y que solo su vida personal es lo que importa, ignorando que esto no es un problema individual sino que el individualismo provoca inercia, deferencia y conformismo cómplice que fomenta la destrucción del mundo, la explotación de millones de seres humanos, la imposición de una ideología global mono pensante mundialmente aceptada y la criminalización de movimientos de pensamientos resistentes opuestos.


La contra-información es vital para que existan movimientos resistentes en todo el mundo, la realidad está ahí pero distorsionada por los Mass media oficiales; por lo que entre más contra-información más conciencia habrá que estamos en una guerra, como dijo el subcomandante insurgente Marcos, una guerra del capitalismo salvaje, de la globalización económica neoliberal contra la humanidad resistente (La cuarta guerra mundial, Subcomandante Marcos).

Por tanto, la resistencia se crea, se alza con contra-información al colapso global de este sistema que nos intenta subyugar, aplastar y destruir. Difundir es tarea de todos, resistir, la única opción ante la dominación neoliberal, ante la esclavitud capitalista que ve en la globalización el sistema que proporciona bienestar a la humanidad, la enajenación de los derechos básicos del ser humano, la distorsión de la realidad por los Mass media más la dominación mental llevada a cabo ha provocado un colapso que se ve en todos lados, que se siente en cada rincón de este planeta desolado por la codicia y la cobardía de “los dueños del mundo”.


El colapso global está en todos lados, en las carnicerías, en los malls en la televisión, en los Mass media, en la iglesia, en el capital, en los gobiernos, en el poder, en ti mismo.

La difusión de Contra-información es vital para seguir en pie, para seguir resistiendo a la globalización, a la dominación política y esclavitud mental, al capitalismo salvaje, a la enajenación de nuestros derechos, al derecho de vivir y pensar en paz.

· Cine por la Contra-Información de los procesos de Globalización y Capitalismo




LA CUARTA GUERRA MUNDIAL






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LA PESADILLA DE DARWIN





Para ver online La pesadilla de Darwin


VOCES CONTRA LA GLOBALIZACIÓN




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Para ver y/o descargar Voces contra la Globalización:El sueño de Simbad.

Para ver y/o descargar Voces contra la Globalización: El mundo de Hoy.

Para ver y/o descargar Voces contra la Globalización: Un mundo desigual.

Para ver y/o descargar Voces contra la Globalización: Camino de la Extinción.

Para ver y/o descargar Voces contra la Globalización: La larga noche de los 500 años.

Para ver y/o descargar Voces contra la Globalización:El siglo de la gente.

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