Chile está de luto, ha cometido un suicidio social, ha entregado en bandeja su libertad, su soberanía, su dignidad. Y no lo digo por que no salió electo el otro candidato, ya que en simple vista es lo mismo, pero con otro nombre, con pequeñas diferencias que hacían posible un cambio real. Piñera y compañía son la cara viva del fascismo renovado, en donde la muerte del pueblo no es tan descarada como con Pinochet, sino que a través de una muerte lenta a través de la lógica neoliberal con créditos, endeudamiento, represión, etc.
Ha ganado la lógica neoliberal que sembró la Concerta con sus políticas neoliberales siempre tendiente al lucro empresarial, al lobby político y la pobreza y endeudamiento de los trabajadores y hoy en uno de los peores días de Chile, siembra la derecha fascista experta en el asesinato de la soberanía popular, de la resistencia proletaria; hoy es electa con sus votos, con los votos de los trabajadores, con los votos de los pobres que se aburrieron de la vieja y agónica Concertación. La ignorancia y la mega publicidad política han elegido más que un presidente, han elegido al nuevo gerente de Chile, al nuevo inver-sionista de esta empresa tan explotada llamada $hile.
Ganó la farándula, ganó la soberbia de la minoría fascista, ganó el marketing político con millonarios gastos en publicidad, ganaron los que le daba lo mismo quien saliera, ganaron los empresarios tanto nacionales como extranjeros, ganaron los curas y los neo-nazis, ganaron los que creen que el dinero hace la felicidad, ganaron los asesinos, los torturadores y los encubridores de la época más triste de la historia de Chile (HASTA AHORA), ganaron los que creen que la salud, la vivienda, la educación, y todo derecho básico para el desarrollo íntegro del ser humano es un negocio con el que se puede lucrar como si fuera cualquier cosa, ganaron los grandes inversionistas que tendrán un pueblo a su disposición para sus empresas a bajo costo, ganaron los que creen que Estados Unidos es lo mejor, ganó la mentira por sobre la valentía del pueblo que lucha en las calles, ganaron quienes –ilusos- creyeron en el maquillaje usado por un asesino, un ladrón, un explotador sin escrúpulos ni conciencia, un verdadero hijo de puta para parecer el salvador de la patria. Ganó el neoliberalismo que mata 11 millones de seres humanos al año por hambre, que deja a más de la mitad del mundo con menos de mil pesos para vivir al día en pro de los grandes conglomerados económicos. Ganó la ansiedad y el deseo iluso, ingenuo e imbécil de un pueblo que se arrodilló ante el dios del mercado chileno.
Perdimos como muchos, los que ganamos mil (y más) veces menos que los próximos ministros, asesores, colaboradores del próximo presidente de $hile. ¿Habrá algún Angelini, algún Matte, algún Luksic en los departamentos de Protección social, de salud, de vivienda?
Perdimos hasta los que votaron por Piñera, ya que pronto se darán cuenta de que está hecho este asesino bancario, perdimos los pobres, los explotados y oprimidos, producto de la Concertación, hoy es nuestra sentencia de muerte, tanto política como social hasta física. Perdimos los que piensan en un país y en un mundo más equitativo, más justo, más esperanzador para nuestras próximas generaciones. Perdimos nuestra libertad, ya que será puesta en venta y lo que quede será fusilada por el próximo gobierno policial que llegará en marzo a este país. Perdimos nuestra dignidad, ya que seremos meros números, simples mercancías de un gobierno empresarial. Perdimos nuestros sueños que pronto serán privatizados y comercializados por Wal-Mart.
Escribo uno de mis últimos artículos antes que esto se convierta en un delito, seguramente seremos muchos los terroristas que seremos perseguidos por el estado policial y sus aparatos represivos. Desde aquí mis saludos y fuerza, a no perder esto, que es nuestra mejor arma y el más grande miedo de la derecha fascista, nuestra palabra, nuestra mente, nuestro odio contra su felicidad pre-fabricada.
Odio y rabia contra el Estado policial!!!
A no bajar la guardia, a no rendirse ni esconderse!!!
Las calles serán nuestro campo de batalla, nuestras palabras -nuestras armas-!!!